Los tenangos son el resultado del trazo de una visión un tanto mágica del mundo que convierte a una sencilla tela en una de las tradiciones textiles más llamativas de México.
Elaboradas en la región indígena otomí-tepehua del estado de Hidalgo, la comunidad de Tenango de Doria al igual que muchas otros grupos ha empleado como vehículo de expresión el bordado para plasmar no sólo el reino animal y vegetal presente en el cotidiano sino también sus sueños y su cosmovisión; sin embargo estas figuras, que son productos de la inspiración colectiva pero que son plasmadas por sólo unas cuantas personas, adquieren un caracter de singularidad gracias a la mezcla de colores en los hilos que logran que ese mundo se transforme en ambientes fantásticos y mitológicos.
Muchas mujeres tepehua-otomí han organizado grupos que les permitan no sólo participar en la economía familiar, sino sobre todo contribuir al rescate cultural a partir de estas telas que por el detalle en su bordado requieren semanas y hasta meses de elaboración en función de su tamaño.